"SIBO de Metano vs. SIFO: Destapando la Candidiasis Intestinal Oculta"

9/27/20253 min read

Candidiasis Intestinal (SIFO): el sobrecrecimiento fúngico oculto tras el SIBO de metano

Introducción

El sobrecrecimiento fúngico en el intestino delgado (SIFO), causado principalmente por levaduras como Candida, es un trastorno aún poco conocido y, por ello, frecuentemente infradiagnosticado. En muchos casos se encuentra encubierto bajo el SIBO de metano (IMO), lo que dificulta su detección y retrasa el inicio de un tratamiento eficaz. En este artículo revisamos los síntomas más habituales, las patologías asociadas, las pruebas diagnósticas disponibles y el enfoque terapéutico dietético y fitoterapéutico, siempre desde una visión integrativa.

Síntomas frecuentes

El cuadro clínico del SIFO puede confundirse con el SIBO, ya que comparten muchos síntomas digestivos. Entre los más característicos destacan:

  • Hinchazón y distensión abdominal persistente, incluso con dieta baja en FODMAPs.

  • Alteraciones en las heces: blandas, anaranjadas, flotantes o con restos mal digeridos.

  • Fatiga crónica y niebla mental, que afectan al rendimiento y al bienestar.

  • Deseo intenso de azúcares o harinas refinadas, un signo típico del sobrecrecimiento de Candida.

  • Manifestaciones cutáneas como eccema, prurito o urticaria.

  • En casos de coexistencia con SIBO de metano: estreñimiento y tránsito intestinal enlentecido.

Patologías y factores asociados

El desarrollo de SIFO suele estar ligado a un terreno intestinal alterado y a otros desequilibrios digestivos o sistémicos como:

  • SIBO de metano (IMO): el tránsito lento crea un entorno favorable para la proliferación de hongos.

  • Uso prolongado de antibióticos, corticoides o inhibidores de la bomba de protones (IBP).

  • Hipoclorhidria (déficit de ácido gástrico que reduce la defensa antimicrobiana natural).

  • Estrés crónico y disfunciones inmunológicas.

  • Patologías digestivas crónicas como colon irritable, enfermedad hepática o pancreatitis.

  • Cambios hormonales, especialmente en la menopausia.

Pruebas diagnósticas

El diagnóstico del SIFO no siempre es sencillo porque no existen test estándar de uso clínico habitual. Aun así, disponemos de varias herramientas:

  • Test de aliento: útiles en SIBO, pero pueden enmascarar un SIFO.

  • Aspirado yeyunal con cultivo: considerado el gold standard, aunque es invasivo.

  • Análisis de heces por PCR o cultivos específicos de levaduras, capaces de detectar Candida u otras especies.

  • Estudio de ácidos orgánicos en orina (ej. ácido arabinósido), que actúan como marcadores indirectos de sobrecrecimiento fúngico.

Tratamiento dietético

La intervención nutricional busca reducir el sustrato disponible para los hongos sin comprometer la salud del paciente:

  • Eliminar o reducir azúcares simples y alcohol.

  • Moderar frutas muy dulces y evitar harinas refinadas.

  • Priorizar proteínas de calidad y grasas saludables (aceite de oliva, pescado azul, frutos secos).

  • Excluir alimentos fermentados con levaduras (pan, cerveza, kombucha).

  • En casos de hipoclorhidria: valorar el uso de betaína HCl bajo supervisión profesional.

Fitoterapia y complementos

El apoyo con plantas medicinales y extractos es una herramienta clave en el abordaje integrativo:

  • Aceite de orégano (Origanum vulgare): potente antifúngico natural.

  • Ajo (alicina): inhibe el crecimiento de Candida.

  • Berberina: antifúngica y reguladora de la glucosa.

  • Extracto de semilla de pomelo.

  • Pau d’Arco.

  • Curcumina, por su efecto antiinflamatorio.

  • Glutamina, para favorecer la regeneración de la mucosa intestinal.

⚠️ Es fundamental que la fitoterapia sea personalizada y aplicada en rotación, para evitar resistencias y mejorar la eficacia.

Reequilibrio de la microbiota

Tras la fase antifúngica es imprescindible restaurar el equilibrio intestinal mediante:

  • Probióticos específicos como Saccharomyces boulardii y Lactobacillus rhamnosus GG.

  • Prebióticos de baja fermentación (arabinogalactanos, fibras solubles seleccionadas) que refuercen la diversidad bacteriana sin alimentar a los hongos.

Conclusión

El SIFO es un problema más común de lo que se piensa, pero todavía poco diagnosticado. Su frecuente asociación con el SIBO de metano explica por qué muchos pacientes no mejoran pese a los tratamientos antibacterianos convencionales. El abordaje más efectivo es integral y personalizado, combinando una dieta adecuada, fitoterapia antifúngica, protección de la mucosa intestinal y repoblación controlada de la microbiota.

Referencias

  1. Rao SSC, Rehman A, Yu S, Andino NM. An updated review of small intestinal bacterial overgrowth and intestinal fungal overgrowth. Curr Gastroenterol Rep. 2020.

  2. Erdogan A, Rao SS. Small intestinal fungal overgrowth: a treatable cause of gastrointestinal symptoms in patients with irritable bowel syndrome. Clin Gastroenterol Hepatol. 2015.

  3. Richard ML, Sokol H. The gut mycobiota: insights into analysis, environmental interactions and role in gastrointestinal diseases. Nat Rev Gastroenterol Hepatol. 2019.

  4. Hamad I, Sokhna C, Raoult D, Bittar F. Molecular detection of eukaryotes in a single human stool sample: is it representative of the whole population of intestinal eukaryotes? PLoS One. 2012.